Uno de los mayores atractivos de Altea son sus playas. Muy diferentes a las masificadas playas de arena de otros municipios de la Costa Blanca como Benidorm, el encanto de las playas alteanas reside en sus cantos rodados y sus aguas tranquilas, transparentes y poco profundas.

En los 8 kilómetros de la bahía de Altea se alternan zonas de acantilados y pequeñas calas con tramos de playa, además de varios puertos deportivos. En total, 6 fantásticas playas, cada una con su propia identidad.

  • La Olla, tranquila playa junto al Portet, con vistas a la «L´Illeta», y que en verano recibe a miles de personas atraídos por su Castell de L’Olla.
  • Cap Negret, junto a la desembocadura del río Algar, tranquila playa cercana al núcleo urbano de Altea.
  • El Mascarat, bajo la imponente sierra de Bernia, con espectaculares calas semi-salvajes como la Cala de la Barreta o la Cala de la Solsida.
  • La Roda, concurrida playa dentro del núcleo urbano de Altea, junto al Puerto Pesquero y el Club Náutico de Altea, con bandera azul y todo tipo de servicios.
  • L’Espigó, la nueva playa urbana rehabilitada junto al antiguo espigón en pleno núcleo urbano de Altea.
  • Cap Blanch, pequeña playa también con bandera azul, junto a la vecina playa de El Albir.

Playas de calidad

Las playas alteanas han recibido este año las 5 banderas Qualitur, distintivo de calidad por la excelencia de sus aguas y la calidad de sus servicios, así como su respecto medioambiental y accesibilidad de sus playas.

Este reconocimiento, sinónimo de excelencia turística, es gracias al esfuerzo tanto de instituciones públicas como de empresas locales que realiza sus actividades en la preciosa bahía de Altea de forma respetuosa con el entorno.

nadar en la olla de alteaEntre las acciones realizadas para la mejora y conservaciones de las playas alteanas, destaca el servicio de mantenimiento de todo el litoral, que incluye el acondicionamiento de los caminos rurales que dan acceso a sus playas, especialmente dañados tras los temporales de lluvia y viento que azotaron la costa levantina durante el pasado invierno. Entre estos trabajos de mantenimiento se realizan tareas de nivelado de los cantos de sus playas, retirada de algas, reposición de arena en las pistas deportivas y juegos, así como la limpieza y cribado de la arena.

Destaca la instalación en la playa de la Olla un canal de natación que la conectará con la «illeta». El canal tiene una longitud de 500 metros, donde nadadores podrán llegar hasta la isleta con la seguridad de que las embarcaciones a motor no puedan cruzar por su camino.

ametralladoras olla de alteaEn relación a estas tareas de conservación de las playas, este verano fue presentado el trabajo de recuperación del nido de ametralladoras situado en la Olla de Altea. Estos nidos de ametralladoras, conocidas popularmente como búnkers, fueron construidos en 1937 durante la Guerra Civil española. Después de que la flota republicana perdiera el control de las costas mediterráneas, se planificaron estas defensas costeras para repeler un eventual desembarco del ejército franquista. Sin embargo, nunca se instalaron las ametralladoras. Una vez finalizado el conflicto, estos búnkers fueron abandonados. Actualmente, de los 8 búnkers que vigilaban la bahía de Altea, sólo permanecen dos: el de Cap Negret y el de la Olla.

Altea se consolida como un excelente destino de playa en la Costa Blanca, gracias a su peculiar combinación de tradición, tranquilidad, ocio y cultura.