La adquisición de una casa es seguramente la mayor compra que haremos a lo largo de nuestra vida. Y si se trata de la compra de la primera vivienda sin duda será uno de los pasos más importantes en la vida.

Generalmente son las personas más jóvenes los buscan su primera casa. La situación actual, con dificultades para encontrar trabajo estable o los bajos salarios entre los más jóvenes, retrasa en gran medida el acceso a la vivienda. Hoy día apenas el 26% de los menores de 29 años tiene una vivienda en propiedad, frente al 54% que había en el año 2008. Para muchos de ellos la opción del alquiler es la única alternativa. No en vano, el 48,9% de los jóvenes menores de 29 años viven de alquiler, frente al 32,3% en 2008.

Pero a pesar de las dificultades para acceder a la compra de una primera vivienda, el incremento del precio del alquiler unido a los bajos intereses de los préstamos hipotecarios favorecen que sean muchos los que se lancen a mirar precios para comprar casa. Te damos algunos consejos y recomendaciones para que la compra de la primera casa sea un éxito.

Estudiar qué dinero tenemos ahorrado y qué hipoteca podemos conseguir

Siendo la primera vivienda que compramos, no será habitual disponer del total del precio de la casa para adquirirla, por lo que necesitaremos un préstamo hipotecario. Las entidades financieras suelen conceder hipotecas de hasta el 80% del precio de tasación de la vivienda. Todo dependerá de los ingresos, la situación laboral, los ahorros y los avales. Es recomendable negociar las condiciones de la hipoteca con el banco y no quedarse con la primera propuesta que nos ofrezcan.

Los analistas financieros recomiendan no dedicar más del 30%-35% de los ingresos mensuales a afrontar un préstamo hipotecario. En este sentido, es importante analizar si una persona sola puede hacerse cargo de la compra de la casa o por el contrario la adquisición de la vivienda será en pareja, donde el presupuesto será mayor.

Ya con el presupuesto disponible más claro, nos podemos lanzar a la búsqueda de nuestra primera casa. Aunque este presupuesto no sea muy alto, debemos tener en cuenta que será nuestra primera vivienda, y aunque ahora no podamos optar a todas nuestras prioridades, en el futuro podemos venderla para adquirir otra mejor según nuestras necesidades.

Asegurarse bien de las características de la vivienda que queremos

La compra de una casa es una de las principales inversiones que realizamos. Debemos tener claro que tipo de casa vamos a buscar, a partir de una lista de detalles imprescindibles para nosotros, que podemos ordenar por prioridades.

  • La zona donde vas a vivir, que dependerá de factores como el trabajo, la familia, la cercanía a servicios, la calidad de la zona o el aparcamiento.
  • El tipo de casa, siendo cada vez más demandadas las villas y chalets unifamiliares con espacios al aire libre.
  • El espacio y la distribución general de la casa, donde el número de dormitorios dependerá de nuestras necesidades actuales o de futuro.
  • Las calidades de la construcción y los acabados, así como el estado de conservación de la vivienda.
  • Las instalaciones, servicios y características únicas de la casa, desde piscina o jardín, aire acondicionado, un amplio salón o cocina hasta las vistas desde la terraza. Todo influye en base a nuestras necesidades.

Estas necesidades irán cambiando a lo largo de nuestra vida. Si en los más jóvenes la cercanía al centro es importante, esto puede cambiar cuando se forma una familia, buscando la cercanía a colegios, o en el futuro puedes preferir una zona tranquila.

Comienza la búsqueda de la casa

Con las ideas más claras de la casa que queremos y el presupuesto que disponemos, podemos comenzar el proceso de búsqueda de la casa. ¿Obra nueva o segunda mano? Esta es una decisión que debemos valorar, ya que cada opción tiene sus ventajas e inconvenientes.

Si nos hemos decantado por una vivienda nueva, necesitaremos encontrar un terreno apropiado en la zona que deseamos, y posteriormente realizar todo el proceso para construir una casa, desde diseñar el proyecto, obtener las licencias necesarias, ejecutar la obra, hasta obtener los certificados finales para tener la licencia de ocupación. Todo un engorro que afortunadamente podemos delegar a un constructor o una agencia inmobiliaria. Otra opción con menos trámites será buscar una casa de obra nueva sobre plano de un promotor inmobiliario.

Si optamos por una casa de segunda mano, las posibilidades son mayores. Generalmente el precio de una vivienda de segunda mano será menor, puediendo optar a una cartera más amplia, con características de todo tipo. Pero por otro lado, habrá que tener en cuenta las necesidades de reformas. Y seguramente tampoco encontremos la vivienda perfecta, aunque en la mayoría de los casos son detalles menores que podemos corregir (pintura, decoración, distribución, etc.).

Como hemos visto, las necesidades cambiarán a lo largo de la vida, por lo que tampoco conviene cerrarnos en banda a casas que de primera no nos encajen. En esa primera casa se espera vivir el resto de la vida, por lo que la decisión de compra será muy meditada.

Formalizar la compra y enfrentarse a los gastos e impuestos

Antes de cerrar completamente el trato, debemos dejar todo por escrito a través de un contrato de compraventa. En la compra de la primera casa podemos precipitarnos y firmar cláusulas de las que luego podemos arrepentirnos. Acude a un asesor inmobiliario antes de firmar el contrato de arras y entregar una cantidad de dinero en concepto de señal.

Desde acordar el precio final de compra, o quien se hace cargo de determinados gastos (una pequeña reforma o cargas sin pagar por parte del propietario), hasta garantizar las condiciones en las que se encuentra la vivienda, un asesor inmobiliario te ayudará a ver detalles que no habías tenido en cuenta.

Tanto en una vivienda de obra nueva como en una de segunda mano, existen una serie de gastos extras:

  • Gastos de notario, por la escritura pública de compraventa.
  • Gasto por inscribir la compraventa en el Registro de la Propiedad.
  • Gastos de gestoría y otros gastos como la tasación para la hipoteca o la comisión de apertura.

Y también impuestos:

  • IAJD: Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados.
  • IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido), en obra nueva, con carácter general del 10%, o ITP (Impuesto de Transmisiones Patrimoniales), en segunda mano, siendo un porcentaje sobre el precio escriturado y que varía según la Comunidad Autónoma (entre el 6 y el 10 %)

La compra de una vivienda es una transacción compleja, llena de matices y con muchos factores a tener cuenta. Y si se trata de la primera casa que compramos, donde desconocemos muchos trámites, se hace imprescindble contar con la figura de un asesor que nos ayude en todo el proceso.

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