Las lluvias de esta semana y los pasados estragos causados por los episodios de gota fría o DANA durante Septiembre en zonas como la Vega Baja, Mar Menor o Marina Alta, han activado propuestas para regular y limitar la edificación de viviendas en estas zonas inundables. La lógica invita a pensar que no es posible construir en una zona inundable, perfectamente conocidas y limitadas en el Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables (SNCZI) de cada región, ya que nadie quiere ver su casa inundada. Pero la realidad es que la modificación del Reglamento del Dominio Público Hidráulico (RDPH) aprobada en el 2016 establece que es legal construir viviendas y urbanizaciones en zonas inundables y de intensos desagües, bajo unos condicionantes de seguridad.
Concretamente, el Real Decreto 638/2016 modificó el RDPH en varios aspectos, entre los que se encuentra la gestión de los riesgos de inundación a través de la identificación de aquellos usos y actividades vulnerables frente a avenidas, en zonas inundables donde ya existía suelo urbanizado y suelo rural con viviendas y otras edificaciones.
La normativa define qué sería una zona inundable (ZI), cercana al cauce del agua y con probabilidad de inundación, y la zona de flujo preferente (ZFP), que sería la zona más próxima al cauce donde se concentra el flujo del agua durante las avenidas y donde se podrían producir graves daños sobre los bienes y personas en caso de una avenida. Esta normativa estable también las limitaciones a los usos del suelo, así como las actuaciones, criterios constructivos y recomendaciones de seguridad para minimizar los daños que producen las inundaciones en viviendas y otras edificaciones situadas en estas zonas inundables.
Zonas de Altea con riesgo de inundaciones o de riesgo 1.
Por ejemplo, no está permitido construir centros escolares, sanitarios, residencias de mayores, centros deportivos o grandes superficies comerciales en las zonas de flujo preferente, y solo se permitirá en las zonas inundables si se tienen en cuenta las medidas de seguridad adecuadas. En cuanto a viviendas y garajes, solo se permite si se cumplen los criterios de seguridad adecuados, siempre que el suelo sea urbano y la parte destinada a vivienda esté situada en una cota que no se vea afectada por una avenida con un periodo de 500 años de retorno. En ningún caso se permite si el suelo es rural.
El parking del Paseo Marítimo de Altea es una de las zonas inundables del municipio.
Entre las actuaciones de seguridad que se recomienda realizar en estas zonas inundables para minimizar los daños que producen las inundaciones, podemos destacar medidas de:
- restauración hidrológico-forestal,
- mejora en el drenaje de las infraestructuras,
- seguridad en las viviendas, como habilitación de diques o muros estancos, elevación de los umbrales de las puertas y ventanas o la limpieza y adecuación de desagües,
- sistemas de predicción de avenidas,
- adecuada ordenación territorial,
- planes de prevención y protección ante inundaciones,
- el uso de seguros del hogar.
Las Comunidades Autónomas pueden establecer normas adicionales de protección respecto a las limitaciones de usos en las zonas inundables de acuerdo con sus competencias en ordenación del territorio. En el caso de la Comunidad Valenciana, se dispone del Plan de acción territorial sobre prevención del riesgo de inundación en la Comunitat Valenciana (PATRICOVA), aprobado mediante Decreto 201/2015. En este plan de acción se dispone de mapas cartográticos en detalle donde podemos ver las zonas inundables y zonas de flujo preferente para cada municipio. Además, detalla las actuaciones recomendadas para prevenir y proteger estas zonas ante posibles inundaciones.
Podemos descargarnos folletos informativos que resumen la normativa de zonas inundables aquí y la normativa de PATRICOVA aquí.
Zonas inundables en Altea
Altea no está incluida en los municipios con una alta inundabilidad, donde la edificación no está permitida en 100 metros en cada margen de un cauce de agua. El Ayuntamiento de Altea publicó en 2015 un estudio de inundabilidad en el municipio, analizando tanto las zonas de riesgo y los cauces existentes. En Altea podemos encontrar 3 zonas inundables:
- Desembocadura del río Algar (riesgo 1, alta frecuencia y calado), entre la zona urbana de Garganes y el polideportivo, y el Cap Negret.
- Barranquet (riesgo 6, baja frecuencia y calado), zona de huertas detrás del colegio El Blanquinal, donde está situada la ermita de San Luis.
- Els Arcs (riesgo 6, baja frecuencia y calado), zona de huertas detrás del Club Tenis, donde está situada la ermita de San Isidro.
La zona urbana de Garganes suele sufrir las consecuencias de las fuertes lluvias al ser una zona inundable.
La zona adyacente del río Algar es donde más riesgo de inundaciones existe. Se trata del único curso fluvial permanente en el municipio, con crecidas en estos días de lluvia constante, llegando incluso a afectar frecuentemente a la zona urbana de Garganes, muy especialmente a las inmediaciones del polideportivo y el paso subterráneo del ferrocarril en la Calle Garganes. Las obras recientes acometidas en esas áreas han aumentado la capacidad de recogida de agua de lluvia en estos viales para evitar que el agua inunde estas calles urbanas, construyendo un sistema de drenaje y desagües de alta resistencia y capacidad hasta la playa del Espigón.
En las zonas del Barranquet y Els Arcs, de riesgo bajo, se aconseja a los propietarios de las viviendas situadas en estas zonas hacerse con un seguro para los bienes afectados por inundaciones.
También cabe destacar la zona inundable del parking del Charco junto al Paseo Marítimo de Altea, convenientemente adecuada para los episodios de grandes lluvias y señalizada como zona inundable, donde no se aconseja aparcar el coche durante estos días de lluvias intensas.
Otras zonas de barrancos, como el barranco de l’Olla, barranco Marymontaña, barranco Galera o el barranco del Salt, en las inmediaciones de Altea la Vella, Sierra de Altea y Altea Hills, se ven favorecidos por la orografía que distribuye su cauce sin problemas graves de inundaciones hasta la Olla y Mascarat.
Obras para evitar inundaciones en Altea
Durante los últimos años se han ido realizando obras de acondicionamiento en lo cauces de estos barrancos y río Algar, para evitar en la medida de lo posible estas inundaciones, potencialmente peligrosas en episodios de gota fría. Podemos destacar la construcción de areneros que evitan taponamientos, reforestación de las cuencas de los ríos, adecuaciones de los cauces y pasos.
En cualquier caso, el clima de la región típicamente Mediterráneo, con inviernos secos y temperaturas suaves, y veranos secos y cálidos, favorece a que estos episodios de riesgos de inundaciones se den solo unos pocos días concretos durante el año, principalmente en días de gota fría y lluvias torrenciales durante la primavera y otoño.
Inundaciones pasadas en Altea
Como dato histórico, los valores más elevados de lluvias recogidas en 24h se produjeron del 27 de Septiembre al 7 de Octubre de 1986, con 382mm recogidos. Como referencia, durante el pasado episodio de gota fría del 11 al 14 de Septiembre de 2019, se recogieron 91,48mm. Las precipitaciones medias durante el mes de Octubre, el más lluvioso del año, son de 76mm en todo el mes.
Las grandes lluvias de ese 1986 provocaron el desbordamiento del río Algar y numerosos daños en infraestructuras viarias, en el campo y en las zonas urbanas. Durante estas precipitaciones quedo rota la conducción de agua potable para el abastecimiento de Altea y Altea La Vella, graves daños en las playas cercanas a la desembocadura del río Algar debido a los arrastres, desprendimientos en los túneles del Mascarat y el corte de la autopista y la N-332.
