En un mercado inmobiliario que poco a poco va recuperándose, es posible conseguir una rebaja en el precio de la vivienda gracias a una buena negociación. Se trata de una de las fases más complicadas durante proceso de compra de una casa.

Llegado el momento de la negociación del precio de la vivienda, el comprador debe tener mucho tacto para no realizar ofertas muy bajas que manden al traste la operación, más aún si la vivienda realmente cumple con nuestras expectativas y objetivos. No obstante, si tratamos de obtener un mejor precio, debemos argumentar los motivos de dicha rebaja, siendo firmes y claros. En este sentido, a menudo es interesante contar con el asesoramiento de profesionales inmobiliarios, con gran conocimiento de la situación del mercado en la zona que nos interesa, y expertos en la negociación del precio de la vivienda.

Si estás pensando en comprar una casa, os damos algunas claves para obtener un mejor precio en la vivienda.

Realizar un estudio previo de mercado

Una vez que tenemos una idea del tipo de casa que nos gustaría comprar, que cumpla ciertos requisitos (si queremos un apartamento cerca de la playa, un chalet independiente en una zona tranquila, una casa bien comunicada cerca de todos los servicios, un bungalow en una urbanización exclusiva, etc.), debemos hacer un análisis del precio de la zona donde queremos esa casa.

Para calcular adecuadamente el precio de la vivienda que nos gustaría comprar, podemos estudiar las ofertas en portales y agencias inmobiliarias, usando viviendas de características similares. De este modo sabremos si está o no en precio de mercado

No dar demasiada información en la primera visita

La primera visita a la vivienda es clave para la negociación de su precio. Debemos ser prudentes en nuestra primera impresión, no mostrando un interés exacerbado si nos cuadra la vivienda dentro de lo que buscamos.

Ante esta situación, debemos establecer las posibilidades de negociación, indagando en algunos detalles que nos sean útiles para negociar: cuánto tiempo lleva la casa en venta, por qué se vende, cuánta gente lo ha visto y ha hecho alguna oferta…

No debemos por tanto realizar más de dos visitas al inmueble. Si primero vemos la vivienda solos o con nuestra pareja, días después solicitamos una visita con los padres o suegros, y más tarde otra visita con un amigo arquitecto o decorador, estamos dando muchas pistos sobre nuestro gran interés por la casa.

Haz una oferta razonable por la casa

Si tienes claro que es la vivienda que buscas, pasa a la oferta y a la negociación. Hay que tener en cuenta que una cosa es negociar, otra regatear y otra ofender. Si pretendemos obtener un mejor precio, debemos argumentar el motivo de la rebaja.

Nuestras armas serán el conocimiento del mercado inmobiliario en la zona, detectar defectos en la vivienda, conocer si necesita futuras obras y reformas. También será más fácil negociar el precio si la casa no cuenta con servicios como ascensor, videoportero o conserje, o extras como terrazas o aparcamiento. Si la vivienda tiene gastos futuros como el pago del IBI, alguna futura derrama o el pago de la cuota de la comunidad, puede ser un argumento para que el propietario acceda a realizar una rebaja.

Tener otra opción de compra en la recámara

Tener siempre otra opción de compra ante el vendedor nos dará más seguridad en la negociación. Nos podremos mostrar interesado pero no desesperado por la compra de la casa. El vendedor tendrá la sensación que su vivienda no es la única que hay en el mercado, por lo que puede favorecer una rebaja en el precio.

Tener claro si la vivienda es la que buscamos a un precio razonable

Si la vivienda es justamente lo que estamos buscando, cumpliendo con todos nuestros requisitos, interesa valorar si el precio es lo suficientemente razonable para no perder la oportunidad y arriesgarse a perderla en una negociación que pueda resultar muy complicada.

Obtener toda la información posible del vendedor

Sin duda, en la negociación del precio de la vivienda, el factor psicológico juega un papel importante, y para ello tener la mayor información posible sobre las necesidades del vendedor será un arma fundamental en la negociación.

Conocer si la casa lleva mucho tiempo a la venta, saber si ha tenido muchas ofertas y valorar las necesidades y la urgencia que tiene el vendedor en vender la casa, es importante para negociar el precio.

Esto será especialmente imporante si detectamos que la casa se ha puesto en venta por falta de liquidez del propietario, tiene algún embargo o se trata de una herencia. En estos casos suele ser más fácil conseguir una rebaja en el precio. A través de la nota simple del registro podemos sacar mucha información.

Demostrar solvencia económica

Si damos seguridad al vendedor en la operación, poniendo sobre la mesa nuestra solvencia económica para hacer frente a la compra, puede ayudar a obtener un mejor precio. Si disponemos de liquidez o tenemos una hipoteca preconcedida, el vendedor puede preferir bajar el precio de la casa, asegurarse su venta y evitarse problemas con otros compradores que no sean tan solventes.

Ser flexibles con el plazo de entrega de la casa

En muchas situaciones, el vendedor necesitará cambiar de casa en el caso de venderla. Para ello tendrá que cuadrar ambas situaciones: vender la casa, comprar o alquilar otra y realizar una mudanza. Por ello, podemos tener una baza para negociar si damos la posibilidad al vendedor de entregar la casa en un plazo razonable tras la venta a cambio de un descuento.

Ser paciente y ágil en la negociación

Si el vendedor ha rechazado la primera oferta por la casa, aún podemos negociar su precio. Puede llegar otra nueva oportunidad de hacerle una oferta, especialmente si hacemos ver al vendedor que el precio inicial de venta es muy elevado. Por tanto, si la vivienda nos gusta, no debemos perderla de vista porque puede que su precio baje si no recibe ofertas ajustadas a su precio inicial. Si esto sucede, debemos ser ágiles en la negociación.

Sea cual sea la estrategia que sigamos a la hora de negociar una rebaja en el precio de la vivienda, es fundamental saber negociar con cabeza. Si no te ves capacitado, siempre es preferible contar con los servicios de una inmobiliaria de confianza que te ayude en esta gestión.