Ya finalizadas las vacaciones de Semana Santa, muchos turistas que pasan estos días en destinos de costa comienzan a pensar en comprar una segunda residencia de playa. La demanda de este tipo de viviendas cercanas a la playa vuelve a crecer tras algunos años de bajadas, gracias a la fuerte demanda tanto por compradores nacionales como extranjeros.

comprar casa en la playaA pesar de los primeros años de la crisis inmobiliaria, donde los precios de la vivienda residencial en muchas zonas de la costa cayeron incluso por encima del 50%, actualmente el mercado de la vivienda de playa crece a un ritmo por encima del 6,4% interanual en zonas del arco mediterráneo.

Destinos de playa como Altea, con un éxito de turistas durante la Semana Santa donde la ocupación superó el 95% y se pudo notar en la gran afluencia de visitantes en restaurantes, comercios, calles y paseos, tienen una gran demanda de viviendas de vacaciones.

Viviendas de vacaciones

La creciente demanda de este tipo de viviendas se debe en gran parte a la incipiente recuperación económica y que nuevamente el comprador nacional busca invertir en viviendas en zonas consolidadas de playa, donde además de poder disfrutar de una segunda residencia de vacaciones, podrá fácilmente poner la vivienda en el mercado de alquiler.

Esto va unido a la tradicional idea del comprador español de tener una casa en la playa para sus vacaciones de verano. Este comprador nacional suele buscar viviendas a buen precio y de buena calidad.

Este tirón de la vivienda de vacaciones y segunda residencia ha supuesto ue de nuevo vuelva a dinamizarse la construcción de viviendas de obra nueva, e incluso la rehabilitación de viviendas antiguas, especialmente en zonas muy demandadas de la Costa Blanca con pocas ofertas de viviendas de segunda mano.

Pero sobretodo, es el comprador extranjero quien protagoniza un gran número de compras en estos destinos de playa. Este tipo de comprador suele huir del stock de vivienda de la burbuja, y busca viviendas exclusivas en zonas junto a la playa o con vistas espectaculares al mar.

extranjeros compran casa en la playa

En este sentido, el sector de las viviendas de lujo goza de una excelente salud, especialmente en zonas y urbanizaciones consolidadas como Altea Hills, Sierra de Altea o Campomanes en la Costa Blanca. Estas áreas disponen de viviendas tal y como desean los compradores extranjeros: villas amplias de buena calidad, con vistas abiertas al mar, máxima cercanía a la playa, en zonas tranquilas cercanas a servicios como restaurantes, supermercados y centros de salud.

Vivienda de playa como inversión

Debido a que la vivienda de obra nueva no ha podido cubrir esta demanda de viviendas, fundamentalmente por el parón en la construcción durante los años de la crisis inmobiliaria y por la falta de terreno nuevo para construir, hace que los precios aumenten en determinadas zonas de la Costa Blanca.

No obstante, esta alta demanda y crecimiento del precio de la vivienda no se traduce aún en precios desorbitados. Todo lo contrario. Los precios son todavía bastante inferiores a los previos a la crisis, incluso un 45% menos que en 2007.

Teniendo presente estos datos y dado el actual escenario inmobiliario, la compra de viviendas de playa supone una interesante inversión. El mercado de la vivienda de costa vive un excelente momento, con un crecimiento además del turismo tanto nacional como extranjero, acompañado por una recuperación de la economía, una mejoría del mercado laboral y la reactivación del crédito hipotecario.

Ante la gran variedad de precios y ofertas con diferentes tipos de casas de playa, tanto nuevas como de segunda mano, conviene dejarse asesorar por una agencia inmobiliaria de confianza que conozca la zona donde estamos interesados en adquirir una vivienda.