Después de las intensas lluvias caídas ayer en el litoral de la Comunidad Valencia (17 l/m2 en Altea, 72 l/m2 en El Albir, 58 l/m2 en Benidorm), y que en muchos puntos han requerido la actuación de los servicios de emergencias, muchos nos preguntamos si nuestra vivienda está preparada para la lluvia.

Consecuencias del temporal del pasado año 2017 en la carretera que une Altea y El Albir

Consecuencias del temporal del pasado año 2017 en la carretera que une Altea y El Albir

A pesar de que la lluvia y el agua es siempre una buena noticia para evitar posibles problemas de sequía, fenómenos meteorológicos como la gota fría tan característica durante el inicio del otoño en la costa Mediterránea, pueden provocar humedades y goteras en muchas viviendas.

Estos problemas causados por la lluvia en las viviendas son evitables, y debemos realizar una serie de actuaciones de mantenimiento en la vivienda para evitar la aparición de humedades y goteras en muros, fachadas, suelos y tejados, y que no se conviertan en un problema estructural de la vivienda más grave que devalúen el valor de la casa.

Evitar las humedades y goteras en la vivienda

Si estos días detectamos un problema de humedad o la presencia de goteras, debemos estudiar de qué tipo se trata para buscar una solución adecuada. Es importante consultar con un técnico cualificado para resolver el problema de forma satisfactoria y segura.

1. Humedades por capilaridad, que aparecen por contacto directo con el terreno. Son habituales en chalets, adosados y bungalows, ya que suelen ser construcciones asentadas directamente sobre el suelo. En épocas de lluvias intensas como las recientes, cuando el terreno no puede absorber toda el agua, ese exceso de agua comienza a subir por los capilares de los muros, empapando las paredes.

Sus efectos son:

  • Desconchones en paredes.
  • Olor a humedad.
  • Sales erosivas en paredes.
  • Deterioro de la vivienda y muebles.
goteras en casa

El valor de la casa puede bajar mucho si presenta problemas de humedades y goteras.

La presencia de un forjado con cámara de aire y respiraderos, evitando que toda la casa descanse directamente sobre el suelo, permite que el aire circule y ventile la estructura. De este modo se reduce este tipo de humedad.

Pero en cualquier caso, para evitar que la humedad suba por los cimientos hasta los muros de la casa, se debe colocar un aislante entre el suelo y la piedra/ladrillo para «romper» la humedad por capilaridad, actuando como una esponja. Los materiales más empleados son el PVC o el polietileno.

2. Humedades por condensación, que aparecen cuando se condensa el vapor de agua existente en el interior de las viviendas. Se producen por un exceso de humedad y un mal aislamiento de ventanas, paredes y techos, en aquellas zonas más frías que recogen vapor o gotas de agua, especialmente cocinas y baños. Este problema de condensación en las casas se agrava especialmente en invierno.

Sus efectos son:

  • Moho alrededor de ventanas, paredes y techos.
  • Marcos de puertas y ventanas empapados.
  • Cristales que gotean y provocan charcos.
  • Deterioro de la vivienda y muebles.
humedades por condensación

Humedad alrededor de ventanas, paredes y techos provocadas por la condensación.

Una insuficiente ventilación natural de la vivienda, en casas «selladas» que impiden que el aire no circule, agrava el problema. Para ayudar a evitar este tipo de humedad, debemos ventilar la casa a diario, y seguir algunos sencillos consejos, como

  • evitar secar la ropa en el interior, especialmente sobre los radiadores,
  • abrir una ventana mientras se cocina o se usa el baño, para desalojar el vapor,
  • no bloquear las salidas de aire con muebles o armarios,
  • no eliminar chimeneas,
  • evitar la formación de vapor al cocinar,
  • mantener la calefacción a un nivel bajo.

3. Humedades por filtración, que aparecen por el deterioro de ventanas, techos y cubiertas. El agua penetra directamente en el material, y afecta especialmente a sótanos, plantas semienterradas, terrazas o cubiertas mal impermeabilizadas.

  • Inundaciones, especialmente en sótanos, bodegas o garajes.
  • Goteras, que deterioran paredes y techos.
  • Manchas de humedad y sales.
  • Desarrollo de hongos y ácaros.
  • Deterioro de la vivienda y muebles.

Es necesaria una correcta impermeabilización en terrazas, fachadas o tejados, mediante un tratamiento sobre los revestimientos, saneando los materiales que permiten estas filtraciones de agua. Materiales como el poliestireno extruido son una buena solución para impermeabilizar estas zonas.

También debemos prestar especial atención a:

  • drenaje del agua,
  • rejillas de desagüe,
  • juntas de dilatación,
  • zonas de encuentro con paredes y muros,
  • grietas o fisuras.

Revisiones en la vivienda para evitar males mayores

Un problema grave de humedades y goteras puede causar un mal enorme en la vivienda: desde un rápido deterioro del techo cuando llueve, con goteras o entrada de agua, hasta daños en aparatos eléctricos y muebles.

Para evitarlo, es importante realizar una serie de actuaciones de revisión y mantenimiento cada año para detectar los defectos y buscar soluciones.

Funcionamiento de canaletas y bajantes de agua

Revisar el correcto funcionamiento de canaletas y bajantes de agua es fundamental para evitar humedades.

Muros y paredes

  • Funcionamiento de canaletas y bajantes de agua.
  • Aberturas de ventilación de las cámaras de aire, así como el estado de puertas y ventanas.
  • Estado de impermeabilización interior y la presencia de humedades, manchas o desconchones de pintura.
  • Existencia de filtraciones de agua por fisuras y grietas.

Suelos

  • Limpieza de la red de drenaje y evacuación, retirando ramas, hojas piedras y suciedad.
  • Limpieza de arquetas.
  • Estado de bombas de achique si las hubiera.
  • Existencia de filtraciones de agua por fisuras y grietas.

Cubiertas

  • Limpieza y correcto funcionamiento de elementos de desagüe, como sumideros, canalones y rebosaderos.
  • Estado de conservación del tejado y protección de las cubiertas.
  • Recolocación de grava.