A pocos días de acabar el año, ya con el invierno encima, llegan los días fríos incluso en zonas soleadas como la Costa Blanca y Altea. Es el momento de tener en cuenta la calefacción de nuestra vivienda: si disponemos de un sistema de calefacción, tocará hacer una revisión para su correcto funcionamiento. Y si no disponemos, con la llegada del frío seguro que nos plantearemos la instalación de un sistema de calefacción adecuado a nuestras necesidades.

¿Qué opciones de sistemas de calefacción tenemos? Estufas de leña, Calderas de pellets, bombas de calor, radiadores eléctricos, suelo radiante,… , en el mercado nos encontramos con un amplio abanico de posibilidades. Cabe recordar la importancia de instalaciones y sistemas que nos ayuden a ahorrar energía en el hogar y la propia orientación de la vivienda.

Calefacción de Gas

Se trata de uno de los sistemas de calefacción más empleados, por su comodidad, limpieza y seguridad. Para su instalación es necesaria una caldera de gas, conectada a un circuito de tuberías por los que circula agua. La caldera calienta dicha agua y es llevada a los radiadores instalados en la vivienda. El agua fría retorna de nuevo a la caldera para ser calentada.

La caldera está situada en otro espacio alejado de la propia vivienda, sirviendo a solo una casa o a todo un edificio o urbanización. Al emplear agua como caloportador, permite abaratar costes y ser una energía más limpia.

gas propano

La calefacción por gas natural cada vez está más implantada en las viviendas de la zona de Altea.

Calefacción de Gasóleo C

Estos sistemas son capaces de calentar grandes superficies, pero requieren instalar un tanque, lo que a menudo es difícil en muchas viviendas. Además, el gasóleo es una energía más sucia que otros gases. Por tanto, no es el sistema más recomendable para una vivienda.

Calefacción de Gas Propano

Es seguramente el sistema de calefacción a gas más habitual, por su fácil instalación (solo requiere cambiar las bombonas de propano cada cierto tiempo) y su mayor poder poder calorífico respecto a otros gases como el gas natural.

Calefacción de Gas Natural

Se trata del sistema de calefacción más reciente, limpio, silencioso y a un menor coste. Para su instalación necesitaremos una caldera de gas conectada a un circuito de tubos y radiadores. A pesar de que no siempre es fácil disponer de suministro en todas las áreas urbanas, especialmente en zonas de viviendas unifamiliares dispersas en urbanizaciones, como el caso de Altea, cada vez es más fácil encontrar compañías que realizan instalaciones y dan suministro en Altea.

Calefacción Eléctrica

Los radiadores eléctricos tan habituales en nuestras viviendas, que emplean la electricidad para convertirla en calor gracias a unas resistencias eléctricas presentes en cada radiador. Un sistema de calefacción recomendable si buscamos un sistema sin obras ni grandes instalaciones (solo es necesario un enchufe), en viviendas sin una gran demanda de calor.

Son ideales para calentar zonas muy concretas de la casa y en horas muy concretas, por lo que es un sistema muy empleado en viviendas de costa como las de Altea, con pocos días de frío, concentrados generalmente por la noche donde se suele estar en el dormitorio o en el salón.

Calefacción eléctrica por acumulación

radiadores bajo consumo

Los radiadores eléctricos son muy habituales en las viviendas de costa, con pocos días de frío.

El radiador eléctrico tiene unas resistencias eléctricas por la que pasa corriente y se calientan, para así acumular calor y radiarlo. Estos acumuladores emplean materiales como el aluminio o la mica, que se calentará muy rápidamente, o cerámica o mármol, que cuesta más que se calienten, pero una vez lo hacen mantienen muy bien el calor. Es uno de los sistemas de calefacción más habituales, por su sencilla instalación y el bajo precio de sus aparatos. Además, los nuevos radiadores eléctricos por acumulación permiten programar su encendido para aprovechar las mejores tarifas eléctricas con discriminación horaria, almacenando el calor para descargarlo progresivamente durante todo el día. Como inconveniente, tienen un consumo elevado, y no suelen servir para calentar grandes estancias.

Calefacción eléctrica por convectores

El radiador eléctrico tiene unas resistencias eléctricas, pero esta vez calientan directamente el aire que circula por unos convectores. Son aparatos muy económicos, ya que no tienen acumuladores. Al igual que los anteriores, su gran ventaja es su facilidad de instalación, pero tiene un alto consumo. Lo malo de estos radiadores es que no permiten almacenar durante un tiempo el calor producido para radiarlo poco a poco.

Radiadores eléctricos por infrarrojos

Estos radiadores generan ondas de radiación que calientan directamente los cuerpos y no el aire. Al no calentar el aire directamente, no resecan el ambiente, por lo que son aconsejables para personas que padecen asma u otros problemas respiratorios. Su instalación es sencilla, en forma de paneles que ocupan poco espacio. Su inconveniente es su alto consumo eléctrico.

Radiadores termoeléctricos

Más conocidos como radiadores de aceite o de bajo consumo. También disponen de unas resistencias eléctricas, blindadas con un acero especial, por la que pasa corriente y se calientan, transmitiendo el calor a través de un aceite térmico. Fáciles de instalar, producen una temperatura más estable y segura con menos consumo eléctrico, ya que radian calor durante horas por inercia térmica, ya que el aceite tarda más en enfriarse. Su mayor desventaja es que si la superficie a calentar es muy grande, se necesitarán varios radiadores. Actualmente están desplazando a los radiadores eléctricos de acumulación, ya que tienen un mejor rendimiento energético.

Calefacción por Suelo radiante

El suelo radiante es uno de los sistemas de calefacción más confortables en las viviendas, especialmente para climas fríos. Consiste en una instalación de cables o tuberías situadas bajo el suelo, por las que circula agua caliente. Ese calor se irradia a través del suelo a toda la estancia.

El suelo radiante permite ahorrar en el consumo eléctrico, proporcionando un calor agradable y uniforme sin resecar el ambiente. Además, estéticamente no veremos radiadores ni aparatos situados en las paredes de la vivienda.

Por contra, la instalación es costosa, ya que hay que levantar el suelo de las instancias donde se quiera instalar. En climas templados como el de Altea no es muy habitual instalar suelo radiante, aunque en Europa es habitual.

Calefacción por Bomba de calor

calefacción en aire acondicionado

Los sistemas de aire acondicionado con bomba de calor permiten tener en un único aparato calor/frío.

La bomba de calor generalmente es un equipo de aire acondicionado split que permite tener calor en invierno y frío en verano, en un único aparato.

La bomba de calor está compuesta por dos partes: el foco caliente y el foco frío, que transfiere energía térmica desde una fuente fría a otra más caliente. El aire caliente se radía directamente, dispersándose con facilidad. Por tanto, debemos instalar un equipo en cada estancia o zona que queramos calentar o enfriar, o bien instalar unos conductos, generalmente sobre un falso techo, para distribuir el calor/frío.

Los actuales sistemas de bomba de calor son de bajo consumo, pero el calor se dispersa antes, teniendo que tenerlo funcionando más tiempo. Es un sistema recomendable para inviernos suaves, por lo que es perfectamente válidos para zonas de costa como Altea. Entre sus desventajas destaca el ruido de los ventiladores y la instalación si se quiere emplear conductos para llegar a todas las estancias de la vivienda.

Calefacción de Biomasa

Se trata de un sistema de calefacción alternativo que emplea combustibles limpios tales como hueso de aceituna, cáscaras de almendra o avellana, astillas de madera, briquetas, leña o pellets.

Para pequeñas estancias se suelen instalar estufas de biomasa, y si es necesario calentar toda la casa, se puede instalar una caldera de biomasa y un sistema de radiadores que distribuyan el calor.

Calefacción por pellets

Los pellets son unos pequeños cilindros obtenidos de excedentes madereros. Es un combustible muy ecológico y muy económico. Se emplea en muchas zonas de Europa y cada vez se están popularizando más en España. La gran ventaja de las estufas o calderas pellets es un gran eficacia calorífica, ya que con solo un saco de pellets, muy barato, podemos calentar la casa durante días. Su eficacia y limpieza dependerá del tipo de pellet empleado.

Otros sistemas de biomasa

estufas de pellets

Las estufas de pellets tienen un bajo consumo y una gran eficacia calorífica.

A pesar de que los sistemas de pellets son los más populares dentro de las energías de biomasa, también encontramos calefacción que funcionan a partir de astillas, brinquetas, leña o incluso cáscaras de almendra o huesos de aceituna. Dentro de estos sistemas, tenemos también la opción de sistemas policombustibles, que permiten emplear en la caldera cualquiera de estos combustibles.

Calefacción solar

La calefacción solar permite reducir el coste energético, aprovechando la energía solar doméstica. Es el sistema más sostenible y ecológico de calefacción, empleando placas solares, una caldera y tubos de vacío que distribuyen el calor.

En viviendas de nueva construcción es habitual instalar sistemas de agua caliente mediante calefacción solar térmica. Con un poco más de inversión, esa misma instalación puede adaptarse como sistema de calefacción, aunque puede ser costoso cubrir todas las necesidades energéticas de una vivienda.