Cada vez le damos más importancia a nuestra vivienda. A raíz de la pandemia y el confinamiento, donde hemos pasado más tiempo en casa, nos hemos replanteado nuestras necesidades para vivir. Buscamos casas más grandes, alejadas de zonas urbanas, con espacios al aire libre. Por este motivo, las reformas en las viviendas han visto crecer su demanda. No solo planteando hacer mejoras en casa, sino también comprando una vivienda de segunda mano con posibilidades de reforma.
Ante esta situación, nos podemos plantear la posibilidad de realizar una reforma en nuestra vivienda ampliando su hipoteca, pedir algún préstamo personal para hacer obras, o incluso comprar una casa para reformar e incluir las obras en la hipoteca. Te explicamos todas estas opciones para que puedas valorar qué te interesa más para disfrutar de la casa de tus sueños.
Comprar una vivienda que necesita mejoras
Seguramente has visto alguna casa que, aunque necesita alguna reforma, tiene muchas posibilidades y te encaja totalmente. Una amplia villa con jardín, pero que por su antigüedad necesita algunas mejoras, como renovar la piscina, ampliar algunas estancias, cambiar suelos, puertas y ventanas, revisar toda la instalación eléctrica o rehabilitar la fachada deteriorada.
En estos casos, al comprar una vivienda que necesita mejoras lo que más nos conviene es contratar una hipoteca más reforma. Esta opción permite incluir la renovación de la vivienda en las cuotas. Pagaremos una sola cuota mensual, ya que el importe de la reforma estará incluido dentro de la hipoteca, y con la ventaja de unas mejores condiciones de financiación, ya que el interés de la hipoteca suele ser inferior al de un préstamo personal.
Al solicitar una hipoteca para comprar y reformar una vivienda, las condiciones que marcan las entidades financieras suelen ser:
- El importe destinado a la reforma se suele limitar al 30% del importe total de la hipoteca.
- El préstamo suele llegar hasta el 80% del valor de tasación o compraventa de la vivienda.
- Además de la tasación habitual, se suelen realizar tasaciones adicionales para verificar el avance de la obra.
Si la cuantía de la reforma es muy grande, ya estamos hablando de una hipoteca de autopromotor. Serían las misma condiciciones de financiar la construcción de una vivienda de obra nueva por nuestra cuenta.
Reformar nuestra vivienda ya hipotecada
Ampliar nuestra hipoteca actual no sólo es posible sino que se trata de una muy buena opción. Podemos financiar las obras de mejora solicitando a nuestra entidad financiera una novación de la hipoteca. Se trata de una ampliación de capital sobre el mismo contrato hipotecario. Tendremos un único préstamo con una sola cuota y con un coste de financiación menor que con un préstamo personal.
Aunque es habitual que el banco cobre una comisión por novación, suele ser muy bajo, en torno al 0,1% del capital pendiente. Además, es probable que varíe algunas de las condiciones de la hipoteca actual, como el plazo de devolución, que suele ser de un mínimo de 10 años, o los intereses aplicados.
Reformar una vivienda que no tiene hipoteca
Si nuestra vivienda no tiene un préstamo hipotecario y queremos hacer una reforma grande, tenemos la opción de pedir una hipoteca de reforma o un préstamo personal.
Para solicitar una hipoteca para la reforma, hay que solicitar un préstamo hipotecario sobre la vivienda a reformar, pero con un importe destinado exclusivamente a la reforma. Este préstamo suele entregarse a medida que la obra avanza. Podemos obtener un mejor tipo de interés si la reforma se destina a mejorar la eficiencia energética de la vivienda.
Además de ampliar la hipoteca, también tenemos la posibilidad de financiar una reforma mediante un préstamo personal. Se trata de la opción más cara, con intereses que suelen rondar el 8% respecto a las hipotecas por reforma que están en un 2%-3%. La ventaja es que la tramitación es más corta y, a menudo, más sencilla. Hay que tener en cuenta que estos créditos suelen limitarse a 60.000€.
En este tipo de obras de mejora de la vivienda, debes tener en cuenta todas las ayudas destinadas a la rehabilitación de viviendas, especialmente aquellas mejoras relacionadas con la eficiencia energética. Desde cambiar las ventanas para mejorar el aislamiento, reformas en paredes, suelo y techo, colocar paneles solares, instalar sistemas de calefacción más eficientes desde el punto de vista energético o incluso instalar un punto de recarga para vehículos eléctricos.
Se trata de bonificaciones y deducciones fiscales que van del 20% hasta el 60% del coste de las obras. En Ampervillas, inmobiliaria de referencia en la Costa Blanca, te podemos ayudar con los trámites para financiar la reforma de tu vivienda y obtener todas las ayudas posibles.