En los últimos años, a consecuencia de la pandemia, se observa un creciente interés en viviendas unifamiliares en zonas tranquilas y rodeada de naturaleza, con espacio al aire libre. Ante la falta de viviendas de segunda mano que puedan encajar en estas nuevas preferencias, la posibilidad de comprar un terreno y construir una casa a su medida es una buena opción. El problema es la falta de suelo en venta para constuir, con pocas opciones en zonas con mucha demanda como es el caso de Altea.

Ante este problema, comprar una casa de segunda mano para reformar una casa es una alternativa muy rentable, aunque en algunos casos el derribar y reconstruir una vivienda desde cero puede ser mejor. Te daremos algunas claves para que puedas tomar la decisión que mejor se adapte a tu presupuesto, tus gustos y tus necesidades.

Comprar una casa para reformar

Cada vez son más las viviendas usadas que se compran para realizar una reforma integral. Esta opción permite tener los puntos fuertes de una vivienda de segunda mano (situación, precio, tributación) y de una vivienda de obra nueva (calidad, eficiencia energética, distribución). En muchos casos, sobre todo si buscamos una casa en zonas con mucha demanda, como es el caso de Altea, las opciones de comprar un terreno para contruir se reducen notablemente, y no queda otra opción que buscar una vivienda de segunda mano a la que podamos realizar una serie de mejoras para transformarla según nuestras preferencias y necesidades.

La principal ventaja de comprar una casa de segunda mano para reformarla respecto a echarla por completo abajo y construirla desde cero es el precio. Se estima que una reforma puede costar entre los 500 y los 700 euros por metro cuadrado, dependiendo de los materiales utilizados y del alcance de las transformaciones. Hay que tener en cuenta que cuanto más antigua es la casa, más dinero hay que destinar a las reparaciones. Esta reforma integral de la casa agrega valor a la misma, revalorizándola de forma sustancial. Una reforma integral puede incrementar el precio medio de venta de una vivienda entre un 15-20%.

Una de las obras más habituales al comprar una casa de segunda mano, es la reforma de los baños y la cocina. Son probablemente las estancias que más envejecen y cuyos acabados y calidades varían mucho. Dependiendo de los materiales, una reforma integral del baño oscila entre los 2.000 y los 5.000 euros, y una reforma integral de la cocina varía entre los 5.000 y los 15.000 euros, incluyendo alicatado, fontanería, electricidad, mobiliario y electrodomésticos básicos. También es muy común sustituir carpintería exterior (ventanas y cerramientos) y carpintería interior (puertas, armarios empotrados). Hay que tener en cuenta las ayudas destinadas a mejorar la eficiencia energética, pero cambiar las ventanas de toda la casa nos puede suponer unos 3.000 euros, y cambiar las puertas unos 2.000 euros. Las obras y reparaciones en tabiques, paredes y techo varían según las necesidades. Podemos plantear nuevas distribuciones en la vivenda, e incluso aumentar su superficie. Por ejemplo, reformar el salón para unirlo a la cocina, crear un bonito vestidor junto al dormitorio principal, o crear un dormitorio en el sótano. Otra de las reformas más habituales es sanear y reparar la fontanería y electricidad de la vivienda, cuyo precio está en torno a los 4.000 euros para la fontanería, y unos 5.000 euros para la electricidad. Finalmente, otras mejoras habituales en viviendas unifamiliares son construir una piscina al aire libre, además de arreglar el jardín y zonas exteriores (zona de aparcamiento, barbacoas cubiertas).

A estos gastos de la propia reforma habrá que añadir los gastos asociados a los permisos, licencia de obras o el estudio de arquitectura que supervisará las obras para que nada falle. Pero si se analizan los costes, es posible hacer una reforma muy interesante que revaloriza enormemente la vivienda. Por ejemplo, en Altea encontramos bungalows y villas a precios bajos, por unos 130.000 euros, donde con una inversión de 30.000 euros en una reforma permite transformar la vivienda en una preciosa casa reformada cuyo valor de mercado supera los 200.000 euros.

Derribar una casa para construir

En muchas ocasiones construir una vivienda a medida se encuentra con el problema de la falta de una parcela adecuada a nuestros intereses, bien por ubicación, por precio o por posibles dificultades a la hora de construir. Pero, ¿y si existe la parcela perfecta sólo que ya tiene una casa en ella?

La ventaja de derribar una casa para construirla desde cero es poder diseñar y construir la vivienda que queramos sin tener que ceñirnos a una distribución o estructura previa. En la mayoría de los casos, podremos reutilizar elementos de la construcción previa, desde cimentaciones hasta parte de la vivenda, pasando por piscinas o anexos. La gran duda es saber el coste del derribo, que no suele ser tan elevado como cabría imaginar. Dependerá del tamaño de la vivienda, pero suele rondar los 20.000 euros.

La principal desventaja es que tendremos que realizar un proyecto arquitectónico y la ejecución de obra, cuyo precio será más elevado que el proyecto de reforma. Además, habrá que tener en cuenta las posibles limitaciones urbanísticas que afectan al terreno. En principio será más caro construir de cero que reformar, aunque no siempre será así necesariamente. El precio medio de contruir una casa nueva, dependiendo de las calidades, altura y otras características estrucurales, será de como poco unos 150.000 euros, a lo que tendremos que añadir el precio pagado por la vivienda de segunda mano.

Finalmente, también debemos tener en cuenta que los tiempos de ejecución serán mayores al construir desde cero. Entre un mayor papeleo y una obra de mayor envergadura que una reforma, nos iremos a como poco un año, sino más, antes de poder entrar a vivir.

¿Qué es mejor? Reformar vs constuir

Tomando en consideración los aspectos anteriores queda claro que no es una elección fácil entre reformar una casa o derribarla y construirla de nuevo. Los principales criterios serán los costes y las necesidades, donde tendremos que encontrar un equilibrio.

  • El presupuesto que tenemos influirá en nuestra decisión. Queda claro que derribar la casa y volvera a construir será más caro que una reforma integral. Sin embargo, las casas nuevas son más fáciles de mantener, con una energía más eficiente, siendo una mejor inversión a largo plazo al no tener que realizar nuevas reformas en mucho tiempo. También hay que tener en cuenta que el coste de reformar una casa también pueden dispararse debido a problemas imprevistos.
  • Por otro lado, las opciones de personalizar al detalle nuestra nueva casa derribando la casa vieja y empezando de cero serán mauores. Al reformar una casa aún tendremos características antiguas, mientras que al reconstruirla se podrán lograr acabados más modernos, certificación energética, una mejor distribución y orientación, etc.

Antes de tomar una decisión es necesario evaluar los beneficios e inconvenientes de cada opción. En Ampervillas, inmobiliaria con más de 35 años de experiencia en el sector, te podemos asesorar sin compromiso. Consúltanos.