La jubilación es una etapa en la que muchas personas buscan calidad de vida, tranquilidad y comodidad. Elegir una vivienda adecuada es clave para disfrutar al máximo de estos años. Aunque el 80 % de los mayores de 65 años ya posee una vivienda en propiedad, cada vez son más los jubilados o a punto de serlo que valoran comprar o cambiar de casa para disfrutar los años de jubilación según sus nuevos hábitos. Ya no dependen de la movilidad laboral, y disponen de mucho más tiempo para disfrutar de tiempo de ocio, por lo que valoran otros factores como un tamaño de vivienda más acorde a su situación familiar, cercanía a servicios o la playa, o la seguridad y tranquilidad del entorno.
A continuación, te ofrecemos una guía práctica con los aspectos más importantes a tener en cuenta antes de comprar una casa para tu jubilación.
1. Define tu estilo de vida deseado
Antes de buscar vivienda, piensa en cómo quieres vivir tu jubilación:
- ¿Prefieres un entorno tranquilo, como la costa o la montaña?
- ¿Quieres estar cerca de tu familia y amigos?
- ¿Te atrae vivir en una comunidad activa con servicios para mayores?
- ¿Necesitas opciones de transporte público?
- ¿Valoras la cercanía a servicios como médicos, supermercados o zonas de ocio?
Tener claras tus prioridades facilitará la búsqueda y elección.
2. Ubicación: comodidad y accesibilidad
La localización siempre ha sido un factor decisivo a la hora de comprar casa. En muchas ocasiones esta decisión se basa en aspectos como la cercanía al centro de trabajo o el colegio de los niños, pero en la jubilación estos aspectos pueden pasar a otro plano. Revisa:
- Servicios cercanos: centros de salud, farmacias, supermercados.
- Transporte: accesibilidad en coche y opciones de transporte público.
- Entorno: seguridad, ruido, y posibilidades de ocio (paseos, cultura, actividades sociales).
3. Tamaño y distribución de la vivienda
En la jubilación suele primar la practicidad frente al tamaño. Ahora es posible que no necesites tandos dormitorios, ni espacios muy amplios. Algunas recomendaciones:
- Casas de una sola planta o con ascensor si se trata de un piso.
- Espacios amplios y luminosos, fáciles de mantener.
- Habitaciones suficientes para recibir a familiares o amigos, sin que la casa resulte demasiado grande.
4. Accesibilidad y adaptabilidad
Con el paso de los años, se valoran aspectos como la comodidad de la vivienda. Se mira que la vivienda tenga ascensor, no tenga demasiadas escaleras, o tenga espacio para moverse con facilidad. Antes de comprar una casa para la jubilación, piensa a futuro. Invertir en una vivienda preparada para envejecer en ella es una decisión inteligente:
- Puertas y pasillos anchos.
- Baños adaptables para facilitar la movilidad.
- Pocos o ningún escalón.
- Ascensor en el edificio.
- Aparcamiento para el coche en la misma casa.
5. Presupuesto y financiación
Aunque muchas personas llegan a la jubilación con ahorros, es importante calcular el presupuesto realista incluyendo gastos de impuestos, notaría, comunidad, mantenimiento y posibles reformas.
Hay que valorar todas las opciones financieras para comprar una casa para la jubilación:
- Disponer de ahorros sin comprometer aquel destinado a tener una pensión más holgada.
- Hacer uso de una hipoteca inversa, donde en lugar de pagar una cuota mensual, el banco entrega una cantidad de dinero utilizando la vivienda como garantía. De esta manera, se transforma parte del valor de la vivienda en liquidez inmediata, a costa de perder patrimonio.
- Vender la vivienda habitual en nuda propiedad, para obtener liquidez para una segunda residencia, cediendo la titularidad de la vivienda y conservando el derecho a vivir en ella hasta el fallecimiento.
- Alquilar la vivienda habitual para afrontar la compra de una segunda residencia.
- Otra opción práctica es vender la vivienda actual y comprar otra más pequeña o económica. Con la diferencia de precio, se obtiene un capital que puede servir como colchón para la jubilación.
La vivienda de jubilación puede ser también una inversión. Elegir una zona con buena demanda inmobiliaria puede garantizar un valor estable o incluso creciente, por si en algún momento decides vender o alquilar.
6. Entorno social
El bienestar no solo depende de la casa, sino también de la vida alrededor y todos los cambios que supondrá la jubilación. Considera:
- Zonas con asociaciones culturales, deportivas o de ocio para mayores.
- Barrios donde puedas hacer vida social sin depender siempre del coche.
- Seguridad en urbanizaciones cerradas, barrios con baja delincuencia o con servicios de vigilancia o conserjería en edificios de apartamentos.
Conclusión
Comprar una casa para la jubilación no es solo una decisión inmobiliaria, sino una inversión en calidad de vida. Una buena ubicación, un hogar adaptado y un entorno social activo marcarán la diferencia para disfrutar de esta nueva etapa con plenitud.
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