Comprar una casa es una de las decisiones más importantes que alguien puede tomar en la vida. El proceso de compra implica la intervención de un notario, un profesional del derecho que se encarga de dar fe pública a los actos y contratos que se celebran ante él. Pero, ¿quién tiene que pagar al notario en una operación de compraventa? Comprador y vendedor no suelen tener claro a quién le corresponde afrontar este gasto.

¿Qué dice la ley sobre los gastos notariales?

En España, el pago del notario en una compraventa de vivienda es una cuestión que está regulada por la Ley de Arancel Notarial. Esta ley establece que el pago del notario corresponde a ambas partes, es decir, tanto al comprador como al vendedor. Según el artículo 1455 del Código Penal, «los gastos de otorgamiento de escrituras serán de cuenta del vendedor y los de la primera copia y los demás posteriores a la venta serán de cuenta del comprador, salvo pacto en contrario».

Por tanto, la legislación deja margen al acuerdo entre comprador y vendedor. La realidad es que, aunque es habitual que el comprador corra con todos los gastos, no tiene por qué ser así. A falta de acuerdo, la mayoría de gastos recaen sobre el vendedor.

Es importante matizar que contar con un notario no es obligatorio en todas las compraventas, excepto si existe hipoteca.

¿Cuáles son los gastos de notaría?

El importe de los honorarios del notario en una operación de compraventa de una vivienda está regulado por la Ley de Arancel Notarial y depende del valor de la vivienda. En concreto, el arancel notarial establece un porcentaje sobre el valor de la vivienda que se va a comprar o vender, variando en función del valor de la vivienda, de manera que a mayor valor de la vivienda, mayor será el porcentaje que corresponda pagar. Estos gastos de notaría rondan entre el 0,2% y el 0,5% del valor total del inmueble adquirido.

Existen unos factores que pueden aumentar o reducir estos gastos, como el número de páginas que tenga la escritura, el número de copias de la misma, y la cuantía de la operación.

 

En definitiva, al comprar una casa en España, el pago del notario corresponde tanto al comprador como al vendedor y su importe depende del valor de la vivienda. Para ahorrarte sorpresas desagradables recomendamos consultar a un agente inmobiliario de confianza y dejar claros estos gastos en el contrato de arras antes de ir al notario.