En algunas ocasiones surge la oportunidad de comprar el inmueble contiguo y anexionarlo al nuestro. Uniendo estas dos propiedades, convirtiéndolas en una única vivienda, nos permite ganar metros y ganar mucho espacio. Desde el punto de vista legal y técnico, es posible hacerlo.

El caso más habitual para unir dos viviendas se da en bloques de apartamentos, donde podemos unir nuestra vivienda con la vivienda contigua en la misma planta o la vivienda de la planta inferior/superior. Esta situación también ocurre en bungalows y pareados, donde se unen las dos viviendas adyacentes para obtener más espacio. En parcelas con viviendas unifamiliares no es tan habitual, pero es posible que nos interese comprar la parcela colindante para ganar más superficie, o incluso disponer de una segunda vivienda independiente en el mismo terreno.

Aspectos legales de unir dos casas

Antes de nada, necesitaremos la autorización de la comunidad de propietarios, en el caso de existir. La Ley de Propiedad Horizontal (LPH) establece que, para poder acometer una reforma de estas características, será necesario contar con la aprobación de las tres quintas partes de los propietarios.

Una vez realizado este trámite, si la reforma implica modificar elementos estructurales de la edificación, necesitaremos un proyecto técnico de obra firmado por un arquitecto y la correspondiente licencia de obras que debe conceder el Ayuntamiento. Es importante tener en cuenta que los condicionantes legales y técnicos no serán los mismos si se trata de viviendas en la misma planta que si se encuentran en diferentes niveles. Y si solo deseamos anexionar dos parcelas contiguas, el trámite será más sencillo.

Una vez finalizada la obra y antes de modificar la inscripción en el Catastro, necesitaremos una nueva célula de habitabilidad para la vivienda resultante. Tras la unión de las dos viviendas habrá que modificar la referencia catastral de los inmuebles en el Registro de la Propiedad. Así dejamos constancia de que se han unido las dos viviendas y solo contaremos con una única referencia catastral. Desaparecerán las referencias catastrales anteriores y se asignará una nueva referencia a la vivienda resultante.

Pero, ¿interesa realizar una unión jurídica de dos viviendas? La principal ventaja es que permite optar a bonificaciones para primera vivienda o residencia habitual. Por ejemplo, la deducción en el IRPF de obras de mejora en la vivienda habitual. En el caso de tener las dos viviendas independientes, no podremos optar a estas bonificaciones. También tendríamos beneficios en el pago de impuestos y tasas municipales, ya que se pagaría un único IBI, tasa de recogida de basuras, alcantarillado o alumbrado público. En el caso del IBI, se devengará una nueva cuota en relación con la nueva referencia catastral de la vivienda resultante.

Unificar los recibos relacionados con algunos suministros como la electricidad, el agua, el gas o el seguro del hogar puede suponer un también un ahorro económico. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la unión jurídica de las dos viviendas también conlleva gastos relacionados con los servicios notariales y registrales.

Hay que destacar que unificar dos viviendas desde el punto de vista legal es un proceso reversible. Existen supuestos en los que la división de las propiedades puede resultar beneficioso, por ejemplo, la necesidad de vender una vivienda de grandes dimensiones.

Aspectos técnicos de unir dos casas

Al unir dos viviendas, será necesario contar con un arquitecto que elabore un proyecto técnico de obra. Su asesoramiento técnico nos ayudará a inspirarnos con la reforma y nos facilitará todo el proceso.

Desde el punto de vista técnico, conectar dos viviendas contiguas y reestructurar todo el espacio puede suponer un reto, ya que contaremos con estancias repetidas, como la cocina o los baños. Seguramente implicará anular accesos para dejar una entrada única, modificar escaleras, convertir estancias o ampliar espcios. Al doblar espacio, seguramente no necesitemos 6 dormitorios, pero si un salón o cocina mucho más amplia.

Con el exterior sucede algo parecido. Al unir los jardines independientes, se consigue un espacio exterior inmenso que rodea las viviendas. Podemos organizar ese espacio en zonas diferenciadas, como zona de piscina, barbacoa, jardín, aparcamiento, área de juegos o terrazas.