Si hemos decidido poner en venta la casa, seguramente la gran duda que tengas es preguntarse cuánto puede valer. ¿Por cuánto la podríamos vender? ¿Ha bajado el precio respecto a lo que pagamos por ella hace unos años? Son preguntas frecuentes que nos hacemos cuando queremos vender una casa.

Si quieres poner en venta tu casa con un precio adecuado y no equivocarte, es recomendable realizar una tasación profesional a través de una agencia inmobiliaria. Puedes hacerte una idea de cuánto vale tu casa comparando viviendas similares en portales inmobiliarios. También tienes disponible el valor catastral de la vivienda que recoge el Catastro y que aparece en el recibo del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles). Pero desde luego una tasación profesional te dará un valor mucho más preciso del precio de tu casa.

Contar con la experiencia de una inmobiliaria conocedora del mercado en este preciso momento es fundamental para determinar el valor de la casa. Las agencias tienen una visión más realista del precio de la vivienda, conociendo de primera mano a qué precios se están ofertando y vendiendo casas similares en la zona. Además, el asesoramiento que obtendrás en el proceso te permitirán aumentar su valor con pequeños detalles.

El precio de una casa depende de muchos factores. A continuación resumimos las claves que debes tener en cuenta para hacer una valoración aproximada del precio de la casa.

La oferta y demanda

En un mercado fluctuante como es el inmobiliario, la oferta y demanda es uno de los factores más determinantes para estimar el precio de mercado de la casa. La demanda nos dice la cantidad de viviendas que los potenciales compradores están solicitando en un momento y mercado determinado. La oferta es la cantidad de viviendas que dicho mercado está ofreciendo. El punto donde se juntan nos indica el precio de equilibrio de la vivienda.

En esta oferta y demanda del mercado inmobiliario intervienen muchos otros factores, como la ubicación, las grandes oportunidades, el tipo de vivienda (obra nueva, villas o apartamentos) o el tipo de potenciales compradores. Por ejemplo, en zonas de costa como Altea hay una gran demanda de villas privadas en determinadas urbanizaciones, por compradores internacionales que buscan tanto una oportunidad de inversión como una residencia cerca de la playa. La oferta puede ser más limitada en determinadas ubicaciones como primeras líneas de playa o determinados tipos de viviendas como grandes villas cercanas al centro de Altea.

La ubicación

La localización o situación de la casa es muy importante para establecer precio de la vivienda. Además del municipio o urbanización donde se encuentra la vivienda, entran factores como lo bien comunicado que esté, las vistas despejadas que tiene, lo seguro y tranquila que es la zona, la cercanía con supermercados, zonas de ocio o deportivas o la propia playa. Todos estos factores relacionados con la situación de la casa marcarán el precio.

En Altea, por ejemplo, el precio medio del metro cuadrado en una vivienda de segunda mano está en torno a los 2.000€/m2. Dentro del municipio hay zonas con mayor valor, como por ejemplo Altea Hils o Sierra de Altea con un precio medio de 2.200€/m2, la Olla con un precio aproximado de 2.400€/m2 o Mascarat con un precio cercano a los 2.300€/m2.

precio del metro cuadrado en Altea

La superficie

Partiendo de un precio por metro cuadrado, lógicamente a mayor superficie, mayor valdrá la casa. En la Sede Electrónica del Catastro es posible consultar la superficie construida de cada vivienda, que puede coincidir o no con la superficie que conste en las escrituras o en el Registro de la Propiedad. Normalmente serán muy parecidos.

Del mismo modo, la superficie de la parcela incluirá en el precio de la casa. En este sentido, la ley de la oferta y la demanda juegan un papel importante a la hora de tasar el precio, ya que a menudo puede ser difícil encontrar villas con grandes parcelas en determinadas urbanizaciones, especialmente cercanas a la playa.

La distribución de la vivienda y la superficie de cada estancia también son factores importantes para establecer el precio. Según el tipo de demanda, a una misma superficie se le dará diferente valor según su distribución: familias grandes requerirán varios dormitorios y parejas sin hijos preferirán amplias estancias.

Antigüedad y estado de conservación

El precio de la vivienda se deprecia con el tiempo. Se estima que el valor de una vivienda 5 años después de su construcción tiene un valor del 85% de su valor de obra nueva. A partir de los 50 años de antigüedad tendrá un 30% del valor de una obra nueva. Hay que tener en cuenta el año de la última reforma y las mejoras realizadas con el tiempo, que pueden incluso aumentar el valor de la vivienda original.

El estado de la vivienda también se debe de tener en cuenta, incluso más que la propia antigüedad. Según su conservación, será necesario realizar reformas o no, algunas urgentes. Si hay que realizar obras sobre la estructura, reformar por completo estancias como la cocina o los baños, o sustituir cableado eléctrico o cañerías, el precio de la vivienda puede bajar notablemente. La calidad y acabados de los materiales de construcción son importantes, así como el estado de conservación de instalaciones como el aire acondicionado, calefacción, puertas, ventanas, piscina, etc.
Características de la vivienda

Finalmente, características como la iluminación, aire acondicionado, calefacción, caldera, aislamiento, cocina, baños, grifería, armarios, pintura, jardín, piscina, garaje, etc. son factores que incrementan el valor de la casa.