Vender una vivienda no es solo cuestión de fijar un precio y esperar a que aparezca un comprador. El mercado inmobiliario es competitivo, y los detalles marcan la diferencia a la hora de generar interés y conseguir una buena oferta. Sin embargo, muchos propietarios cometen errores que, sin darse cuenta, reducen el valor percibido de su casa.

¿En qué se suele fallar al vender una casa? ¿Qué factores llevan a perder la oportunidad de obtener más beneficios con la venta de su vivienda? A continuación, repasamos los errores más comunes que restan valor a una propiedad y cómo evitarlos.

1. No realizar un pequeñas reparaciones antes de la venta de la vivienda

Grifos que gotean, cables sueltos, puertas que no cierran, interruptores que no funcionan, persianas rotas, pueden parecer detalles menores, pero generan desconfianza y hacen pensar al comprador que la casa puede tener más problemas ocultos.

No arreglar estos pequeños desperfectos devaluan sin darnos cuenta el valor de la casa. Lo mejor es revisar cuáles son los desperfectos de la vivienda y solucionar estas pequeñas reparaciones pendientes para dejarla en perfectas condiciones. Así se transmite sensación de cuidado y mantenimiento y a los potenciales compradores no se les da argumentos para intentar negociar el precio de venta a la baja.

2. Ocultar y no arreglar las humedades y otros problemas importantes al revisar la vivienda

Humedades, instalaciones antiguas, tejados con problemas de goteras, etc. devaluan el precio de la vivienda y pueden frustrar una operación en el último momento e incluso generar reclamaciones posteriores.

Las humedades son uno de los desperfectos más evidentes que hacen percibir la casa como descuidada y de poco valor. El potencial comprador va a tener en cuenta el tiempo y dinero que tendrá que dedicar para arreglar estas humedades. Lo mismo sucede con los tejados, instalaciones eléctricas y otros elementos que en una visita pueden no percibirse de primeras, pero en algún momento del proceso de negociación van a aparecer.

Por tanto, antes de recibir una oferta muy baja, lo mejor es ser transparente desde el principio y actuar sobre estos problemas y desperfectos costosos de arreglar.

3. Falta de luz o iluminación interior pobre

Espacios oscuros, cortinas pesadas o bombillas fundidas pueden hacer que la casa parezca más pequeña y menos acogedora. Si no prestamos atención a la iluminación de la vivienda, el valor que se percibe por la casa puede verse reducido.

La luz natural es uno de los elementos que más se demandan al buscar viviendas y que más revalorizan una vivienda. Es cierto que no todas las viviendas cuentan con la misma entrada de claridad del exterior, pero siempre se puede potenciar. Emplear cortinas claras, ventanas despejadas, bombillas con potencia que iluminen bien cada estancia, todas estas pequeñas acciones hacen que la casa parezca más amplia, y por tanto, de más valor.

4. No pintar la casa antes de ponerla en venta

Vender un piso recién pintado siempre suma puntos, ya que se verá más cuidado, sin roces ni manchas en las paredes. La pintura es uno de los elementos en lo que más se fijan los potenciales compradores, y encontrarse con desperfectos en las paredes hace que se la vivienda se devalue en exceso.

Recuerda que siempre es mejor elegir colores neutros y claros para que la superficie parezca más amplia y luminosa. Además, pintas la casa es reforma barata que revalorizará el precio de tu vivienda.

5. Cocinas o baños anticuados y sin reformar

La cocina y el baño son los dos espacios en los que más se fijan los compradores. Son las estancias más caras de reformar y probablemente las que peor envejecen. Si la vivienda cuenta con una cocina o un baño muy anticuados o están desmejorados, hacer una reforma antes de vender podría salirte a cuenta para aumentar el valor de venta.

Hoy día existen numerosas opciones para darle un lavado de cara a los baños y cocinas sin gastar mucho. Puedes pintar los muebles y azulejos, cambiar los tiradores, instalar un suelo vinílico, actualizar la encimera, mejorar la iluminación, y añadir detalles decorativos como plantas. También puedes aplicar microcemento sobre las superficies existentes o instalar vinilos adhesivos para darle un nuevo estilo a la cocina de forma económica.

6. Mal aislamiento acústico o eficiencia energética baja

La eficiencia energética es de los aspectos que los nuevos compradores de viviendas más destacan. No quieren ver ventanas viejas donde entra ruido y frío o paredes y techos mal ailados o mal insonorizados.

Un correcto aislamiento es un aspecto que aumentará el valor de tu propiedad, ya que evitarás el ruido del tráfico, los vecinos o los bares cercanos. Cambia las ventanas, las puertas o aísla correctamente las paredes o techos para insonorizar la vivienda. Además, contribuirás a mejorar el Certificado de Eficiencia Energética (CEE) del inmueble.

7. Falta de cuidado, limpieza y orden

El desorden, la suciedad o los olores desagradables hacen que una vivienda pierda atractivo de inmediato. En esa primera visita hay que cuidar todos esos detalles que puedan transmitir la sensación de una casa mal mantenida.

Por ejemplo, tener una fachada sucia, hierbas descuidadas en el jardín, habitaciones repletas de trastos, una cocina con platos sin lavar, el espejo del baño con manchas, olor a tabaco en el salón, son detalles que debemos cuidar. El potencial comprador que visite tu vivienda no podrá proyectarse viviendo allí.

Antes de cada visita, haz una limpieza a fondo, ordena y despeja las estancias, ventilar las habitaciones, y si es necesario, realiza una pequeña inversión en limpieza para que puede aumentar significativamente el atractivo de la vivienda.

8. Mantener un exceso de personalización

Fotografías de la familia, imanes en la nevera, diplomas en las parede, colores de paredes muy llamativos, una decoración muy particular, son cosas que dificultan que el comprador imagine la vivienda como propia.

Será mejor que retires tu decoración personal a la hora de vender la casa. Apostar por tonos neutros y una decoración más impersonal ayuda a crear un ambiente acogedor y atractivo para la mayoría de perfiles. También ten en cuenta esto a la hora de hacer las fotos para el anuncio de la vivienda.

9. Fijar un precio poco realista

Uno de los errores más graves es pedir un precio demasiado alto, pensando que “siempre habrá margen de negociación”. Esto provoca que la vivienda quede fuera del radar de compradores potenciales y termine devaluándose con el tiempo.

Confia en la valoración profesional de un agente inmobiliario que conozca el mercado local evita perder tiempo y dinero. En Ampervillas, inmobiliaria de referencia en Altea la Vella, te podemos ayudar a evitar todos estos errores comunes en el proceso de venta para que puedas obtener la mejor oferta por tu casa.

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